PRIMER DE BATXILLERAT HISTÒRIA DEL MÓN CONTEMPORANI

LA REVOLUCIÓ INDUSTRIAL
material d'ampliació

Fonts primàries
La moda de les indianes
Ley de 1720
El treball infantil


Fonts secundàries

Sobre el desarrollo del capitalismo
gràfic sobre els fusos de cotó
La tecnologia no és neutra
Los ciclos del capitalismo

Sir Robert Peel
El socialismo utópico

Fonts primàries

                                                                             (La moda de les indianes)

Se vio a personas de calidad disfrazarse con tapices de las Indias que, muy poco tiempo antes, sus camareras habrían encontrado demasiado vulgares para ellas; las indianas recibieron un ascenso, del suelo subieron a la espalda, de alfombras se transformaron en refajos, y a la misma reina le gustaba en aquel tiempo mostrarse vestida de China y de Japón, quiero decir de sederías y calicós de China. Y no era esto todo, pues nuestras casas, nuestro gabinete, nuestro dormitorio, también fueron invadido: cortinas, cojines, sillas, y hasta las mismas camas no fueron más que calicós e indianas.
                   D. Defoe. Weekly Rewiew, enero 1708. Citado en Mantoux La revolución industrial en el siglo XVIII, pág. 184.

 

Ley de 1720

Resultando  que el uso de los calicós estampados, pintados o decorados, ya estén destinados al indumento o al mobiliario, ocasiona perjuicios a las industrias nacionales  de la lana y de la seda y tiende a incrementar la miseria, y que, si no se toman medidas eficaces para hacerlo cesar podría tener como consecuencia la destrucción entera de las citadas industrias, y la ruina de millones de súbditos de Vuestra Majestad, cuya subsistencia depende de ellas", se prohibe a toda persona que resida en Inglaterra vender o comprar tales tejidos, llevarlos sobre si o poseerlos, bajo pena de una multa de cinco libras para los particulares y de veinte libras para los comerciantes.
                                                                                              Citado en Mantoux. La revolución industrial en el siglo XVIII

 

                                                                              (El treball infantil)

Jo tenia set anys quan vaig començar a treballar en la manufactura de Brabley; la feina consistia a filar la llana. Les hores de feina eren de les 5 del mati a les 8 de la tarda, amb un interval de 30 minuts de pausa al migdia. Haviem de menjar com podiem, drets o de qualsevol manera (...). En aquella fabrica hi havia prop de cinquanta nens, més o menys de la meva edat; sempre hi havia una mitja  dotzena que estaven malalts, a causa del tretall excessiu (...). Els nens estaven retinguts a la feina a cops de corretges de cuir. Aquesta era la principal ocupació d'un contramestre. En aquella eçoca tenia, també tretallant com jo, un germa i  una germana. Sovint estaven malalts; el meu germa Joan va morir fa tres anys. Tenia llavors setze anys i vuit mesos. La meva mare i els metges van coincidir a concloure que el meu germa havia mort per haver treballat jornades excessives.

                                                                                                            Extret d'una enquesta oficial de la Gran Bretanya, 1834.

Fonts secundàries

                                                                           ( Sobre el desarrollo del capitalismo)

A mediados del. síglo XVIII, sin embargo, el ritmo de la expropiación se apresura (...).Mientras en la primera oleada de cercamientos del periado Tudor (siplo XVI) el porcentaje de tierra cercada probablemente nunca alcanzó el 10 por ciento, aún en los cuatro condados más afectados, durante el.siglo XVIII y la primera mitad del XIX en catorce condados el porcentaje de acres cercados mediante Actas de cercamiento de campos comunales y  en parte, de tierras baldías, se elevó de un 25 a un 50 por ciento y sólo fue menos del 5 por ciento en dieciséis condados(.....Además, en el último período la cantidad total de tierra cercada fue ocho o nueve veces mayor que la implicada en el primer período abarcando alrededor una quinta par-te de la extensión total del país. Poca maravilla cabe si hasta el Conde de Leicester, por remordimiento de conciencia, confesara con franqueza:"Soy como el ogro de la fábula: he devorado a todos mis vecinos".
(...)Además del desalojo por fuerza (s.XVI), muchos pequeños propietarios, abrumados por las deudas o, a fines siglo XVIII y comienzos del XIX, excluidos de sus empleos complementarios tradicionales en la industria doméstica o afectados de manera adversa por la competencia cada vez mayor de explotaciones mayores equipadas con métodos agrícolas más avanzados que exiqían capital, posiblemente renunciaron a sus tenencias en favor del campesinado más acomodado. ..

                                                                                    DOBB, M. Estudios sobre el desarrollo del capitalismo, pag.272

  1. Explica que eran los openfield y como funcionaba el sistema tradicional de trabajo agrícola.
  2. ¿Qué eran las Enclosures Acts? Relaciónalo con lo que dice el texto y comenta la "ocurrencia" del Conde de Leicester.
  3. Explica la teoría de los rendimientos decrecientes de Ricardo relacionándolo con las teorías demográficas de Malthus.
  4. ¿En que aspectos la revolución agrícola significo un apoyo positivo para la revolución industrial?¿Qué aportó?
  5. Explica el segundo párrafo.
  6. Define: protoindustrialización, contrato social, water frame, fisiocracia.

 

                             FUSOS DE COTÓ ALS PAÏSOS MÉS IMPORTANTS (en milers)

                                    1834               1852               1861               1867               1913
            Gran Bretanya 10.000             18.000           31.000           34.000           55.576
            E U A               1.400             5.500              11.500           8.000              30.579
            França              2.500             4.500              5.500              6.800              7.400
            Alemanya            626                 900              2.235              2.000              10.920
            Suissa                 580                 900              1.350              1.000              1.389
            Belgica               200                 400                 612                 625              1.469
           Austria-            
            Hongria            800                 1.400              1.800              1.500              4.864

                          Font: DIVERSOS AUTORS: Historia economica d'Europa. Vol. Vl.

 

                                                                                 (La tecnologia no és neutra)

Comentari sobre l'obra "Rebels againts the future",  de K. Sale

Barcelona.- En su último libro,"Rebels againts the future", K. Sale analiza la resistencia espontánea que existió ante la revolución industrial y busca un posible paralelismo en la actualidad, marcada por la incertidumbre que crean el mercado global, la crisis del Estado del bienestar y la nueva revolución tecnológica.  "Toda comunidad tiene derecho a decidir qué tecnología quiere y cómo quiere aplicarla", afirma a La Vanguardia en una declaraciones efectuadas desde su residencia en Nueva York. Declaraciones que, dada su reticencia a usar el teléfono y su negativa total a tener nada que ver con un ordenador y con el correo electrónico, han sido planteadas y recogidas a través del correo postal.
            El referente que Sale ha recogido para su libro son unos rebeldes legendarios. Los "luddites" eran tejedores a mano que ante la llegada de las máquinas que iban a dejarles sin trabajo, optaron por quemar las fábricas. El movimiento fue barrido por el ejército y dejó para la posteridad una imagen de resistencia casi romántica, por lo desesperada e inútil. "Eran rebeldes contra un futuro que se  les asignaba a la fuerza, por la política económica que traía la revolución industrial. ellos trataban de mantener el sistema de vida y la cultura en la que habían nacido. Nadie les consultó lo que querían. La lección es que no podemos ser sólo sujetos pasivos de esos cambios."
            "El actual despliegue tecnológico es la culminación del viejo industrialismo -afirma Sale-. Destruye trabajos, crea más diferencias entre ricos y pobres, destroza el medio ambiente, ahonda las diferencias entre sexos y generaciones, separa al ser humano de la naturaleza. Arrasa con todo y sus criterios son económicos, no sociales o cívicos." (...)
            El terreno que abarcan las reflexiones de Sale es muy amplio, pero se centra en unas cuantas preguntas; ¿es neutral la tecnología?, ¿cuál es el coste del actual desarrollo tecnológico?, ¿quién paga ese coste?. "La tecnología nunca es neutral -señala-. Y si no que se lo pregunten a los 43 millones de personas que desde 1978 han perdido su trabajo en todo el mundo a manos de la robotización y la informatización. (...)
            Sale se cuestiona el porvenir del actual sistema. "Habrá tres grandes síntomas -asegura-. El colapso económico se producirá cuando el dólar, el marco y el yen pierdan su valor. Otro síntoma será la división del planeta en dos bloques: ricos y pobres; una división que afectará a las personas y a los paises. Y el tercer indicador será el caos ecológico causado por los enormes problemas -agujero de ozono, desertización, polución marina, etc- que llevan años y años acumulándose."
            Y añade: "LLevo veinte años estudiando estos temas  y mi opinión es que estamos inmersos en una auténtica guerra entre la "tecnoesfera" y la biosfera. Y la mala noticia es que estamos ganando la guerra."                                    
Altres declaracions de l'autor:
"Hay máquinas y tecnologías que no son dañinas para la comunidad. Debemos ser capaces de pensar sobre esto en lugar de aceptar todo lo nuevo como algo mejor e inevitable".
"A los ordenadores se les pueden hacer muchos reproches. Son los grande aliados de los gobiernos y las corporaciones en su empeño de hacer dinero y producir cosas innecesarias. Son culpables de que el planeta esté siendo destruido más rápido que nunca."
"No veo nada positivo en muchos aparatos que nos rodean. Ninguno de los problemas reales y serios de nuestra sociedad -el crimen, el odio, el alcoholismo, las drogas, la corrupción, etc- se solucionarán con más tecnología."                      

LA VANGUARDIA, sábado 21 de febrero de 1998

 

 

                                                             Justo Barranco  Los ciclos del capitalismo


Jordi Pascual traduce la última obra de Schumpeter que faltaba en castellano
La fuerza vital del capitalismo es su “destrucción creativa”, que a su vez es causa de su inestabilidad              
Las crisis económicas no son un síntoma del debilitamiento del sistema, sino más bien de su vigor     
LA VANGUARDIA - 21/12/2003

La economía norteamericana vive el empuje de lo que el eminente profesor Joseph Schumpeter llamó hace muchos años ‘destrucción creativa’, el continuo proceso por el cual las tecnologías emergentes empujan y eliminan a las viejas.” Éste era uno de los motivos que ofrecía en 1999 el presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, para explicar cómo gracias a la revolución de Internet y otras tecnologías de la comunicación, la economía norteamericana había crecido durante muchos años sin demasiada inflación y beneficiando a todo el mundo.

Greenspan se refería entonces al “eminente profesor Joseph Schumpeter” y a su ya clásica teoría de la “destrucción creativa”, que va indisociablemente acompañada de su también exitoso concepto de “empresario innovador”: la fuerza vital del capitalismo, decía el ilustre profesor de origen austriaco, son los emprendedores y sus innovaciones. Unas innovaciones que, de acuerdo con la teoría schumpeteriana, sacuden periódicamente a la economía y la hacen avanzar desplazando lo viejo. Unas innovaciones que, además de la causa del progreso, son el origen de la inestabilidad connatural al sistema capitalista.

Schumpeter nació en 1883 en Moravia, entonces parte de Austria, pero fue educado en Viena y allí sería breve y fracasadamente ministro de Finanzas durante 1919 y presidente de un banco de inversiones. En 1932 marchó a Harvard, donde impartiría clases hasta su muerte en 1950 y donde, gracias al apoyo de su mujer, la economista Elizabeth Boody, llevó a cabo una profusa tarea de investigación económica, sociológica e historiográfica, con hitos tan influyentes como “Capitalismo, socialismo y democracia” –que anunciaba que el capitalismo moriría de éxito, dando paso a formas de control público o socialismo–, “Historia del análisis económico” o “Teoría del desenvolvimiento económico”.

De su influyente obra, tan sólo faltaban por traducir en España sus “Ciclos económicos”, aparecidos en 1939, en un momento desafortunado: llegó al mercado y a las mentes de los estudiosos tres años más tarde que la “Teoría general” de Keynes, con sus conocidas recetas para el crecimiento anticíclico. Tan sólo unos años antes, aún bajo los efectos de la Gran Depresión de 1929, el libro de Schumpeter, ideado por el autor como una base para futuras investigaciones, habría tenido una audiencia muy superior.

El profesor de la Universitat de Barcelona Jordi Pascual ha traducido ahora la versión abreviada, que aun así se acerca a las 500 páginas, de “Ciclos económicos”, prologada lógicamente por Fabián Estapé, estudioso del austriaco. El profesor Estapé recuerda la “tarea imposible, pero que sólo él era capaz de acometer”, que se propuso Schumpeter: “Analizar los elementos dinámicos del capitalismo y la aparición de unas fluctuaciones –los ciclos– ajenas al designio individual pero susceptibles de ser medidas y, por tanto, comprendidas y teorizadas”.

Schumpeter teoriza, pero sin perder en ningún momento de vista la historia real: contrasta sus ideas con la evolución de la economía y, especialmente, con el camino que llevó a la grave crisis de 1929. Su conclusión es que los factores externos son muy importantes en la evolución económica –un terremoto, una guerra–, pero que hay corrientes internas en el capitalismo que llevan a la inestabilidad, con cuatro fases típicas en la economía: la prosperidad, con el inicio de las innovaciones y la destrucción creativa; la recesión, cuando se empiezan a recoger los beneficios; la depresión, cuando el endeudamiento y la especulación excesiva habidos en la etapa de prosperidad causan pánicos o crisis; y la recuperación, cuando la depresión ha recorrido su curso. No es un modelo simple, en él conviven tres ciclos simultáneos, todos generados por la innovación, que tiene efectos a corto y largo plazo: el de cuarenta meses, o ciclo Kitchin, el de diez años, o ciclo Juglar, y el de 60 años, o ciclo Kondratieff –una acumulación de efectos de todos los procesos comerciales e industriales de una época–, tres ondas cuyas diferentes mezclas –evolución a la baja de una y a la alta de otra, o a la baja o a la alta de todas– provocan los diferentes estados de la economía.

Schumpeter concluye que “el capitalismo y su civilización pueden estar en decadencia, transformarse en otra cosa o encaminarse tambaleantes hacia una muerte violenta. Personalmente, el autor opina que ello es así. Pero la crisis mundial (de 1929) no lo demuestra, y en realidad no tiene nada que ver con esto. No fue un síntoma de debilitamiento o fracaso del sistema. Si cabe, fue una prueba del vigor de la evolución capitalista, respecto de la cual fue –sustancialmente– la reacción temporal”. El sistema capitalista por ahora no da signos de morir violentamente. Eso sí, los ciclos, pese a los agoreros de Internet, tampoco.

 De “Ciclos económicos”
 LA VANGUARDIA - 21/12/2003
“Siempre que se ha implantado con éxito una nueva función de producción y el comercio ve que se ha hecho el nuevo artículo y que se han resuleto sus mayores problemas, resulta más fácil para los demás hacer lo mismo e incluso mejorarlo. De hecho, se ven impulsados a copiarlo si pueden. No sólo resulta más fácil hacer lo mismo, sino también hacer cosas parecidas en líneas semejantes, en tanto que ciertas innovaciones, como la máquina de vapor, afectan a una amplia variedad de industrias. Esto parece ofrecer interpretaciones simples de dos hechos: primero, que las innovaciones no permanecen como acontecimientos aislados y que no se distribuyen regularmente en el tiempo; y segundo, que las innovaciones no se distribuyen aleatoriamente por todo el sistema económico, sino que se concentran en determinados sectores y sus alrededores”

 

  Sir Robert Peel

"La via británica puede ilustrarse mejor con un ejemplo. E1 más grnde de lós primeros industriales del algodón fue sir Robert Peel (1750-1830), quien a su muerte dejó una fortuna de casi millón y medio de libras -una gran suma para aquellos dias- y un hijo a punto de- ser nombrado primer ministro Los Peel eran una familia'de campasinos yeomen de mediana condicion quienes. como otros muchos, en las c c-olinas del Lancashire,combinaron la agricultura con la producción tetil domestica desde mediados del siglo XVIII El padre de sir R'obert (1723-1795) vendía aún sus mercncias en el campo,y no se fue a vivir a Ia ciudad de Blachurn hasta 1750,fecha~en gue todevia no había abatrn donado las tareas agrícolas por completo.Te-na algunos conacimientos no técnicos,cierto ingebio para los proyects sencilIos y para la invencion ('o,por lo menos7el buen sentido de ápreciar'las invenciones de hambres como su paisano Dámes Hargreaves, te jedor, carpintero e~in; ventor de la spinning- jenfy ), y tierras pr valor aproximado d 2. 0á a—4.000 libras esterlinas,que hipotecó a principios de la década de 1760 para constroir una empresa dedicada a la estampación de indianas con su cuñado Haworth y un tal Yates quien aportó los ahorros acumulados de sus negocios familiares como fondista en el Black Bull. La familia tenía experiencia: varios de sus miembros trabajaban en el ramo textil, y el futuro de la estampación de indianas hasta entonces especialidad londinense parecia excelerrte. Y,en efecto, lo fue. Tres años depués -a mediados de la década 1760- sus necesidadas de algodón para estampar fueron tales que la firma se dedicó ya a la fabricación de sus propios tejidos hecho que, com observaría un historador local,"es buena prueba de la facilidad con que se hacía dinero en aquellos tiempos".Los negocios prosperaron y se dividieron:Peel permaneció en Blackburn, mientras que sus dos socios se trasladaron a Bury donde se les asociaría el 1772 el futuro sir Robert con ayuda de algun respaldo inicial, aunque modesto de su padre.

A1 joven Peel apenas le hacía falta esta ayuda. Empresario de notable energía, sir Robert no tuvo dificultades para obtener capital adicional asociandose con prohombres locales ansiosos de invertir en la creciente industria, o simplemente desesosos de colocar su dinero en nuevas ciudades y sectores de la actividad industrial. Sólo la seccion de estampados de la empresa iba a obtener rápidos beneficios del orden de unas 70.000 libras a1 año durante largos períodos, por lo que nunca hubo escasez de capital. Hacia mediados de la década de  1780 era ya un negocio muy substacioso ,dispuesto a adoptar cualequiera innvaciones provechosas y útiles como las máquinas de vapor.

Hacia 1790 -a la edad de 48 años y sólo 18 después de haberse iniciado en los negocios- Robert Peel era baronet, miembro del Parlamento y reconocido representente de una nueva clase: los industriales"

                                                                                                                               Hobsbawm. Industria e Imperio.p.60

 

El socialismo utópico

El término socialismo utópico alcanzó notoriedad tras el empleo que de él hicieron Marx y Engels en su Manifiesto comunista. Éstos consideraban que los pensadores utópicos, aunque bienintencionados, pecaban de idealismo e ingenuidad. Para impedir ser confundidos con ellos, etiquetaron su propia teoría con el calificativo de "científico".
Los socialistas utópicos formaron un grupo de pensadores heterogéneo. Sin embargo tuvieron en común una serie rasgos:

  • La importancia de la naturaleza estaba muy presente en sus ideales, aunque ello no fue obstáculo para que fuesen favorables a la industrialización y el maquinismo.
    Dedicaron sus esfuerzos a la creación de una sociedad ideal y perfecta, en la que el ser humano se relacionase en paz, armonía e igualdad.
    Sus metas habrían de alcanzarse mediante la simple voluntad de los hombres, es decir, pacíficamente, de ahí que sus seguidores se opusieran a las revoluciones y a acciones como la huelga.
    Pusieron al descubierto y denunciaron los perniciosos efectos del capitalismo, pero no investigaron sobre sus causas profundas.
  • Con el fin de paliar las injusticias y desigualdades emprendieron diversos planes, en los que primaron la solidaridad, la filantropía y el amor fraternal.
  • Pensadores utópicos:

    • Robert Owen Fue un empresario, fabricante de hilaturas de algodón. En su fábrica escocesa de New Lanark puso en práctica una serie de medidas que mejoraron significativamente las condiciones de vida de sus obreros, tales como la reducción de la jornada de trabajo, salarios más dignos, educación infantil, etc.El éxito lo animó a crear en USA una comunidad ideal, New Harmony, que sin embargo constituyó un fracaso.El conde de Saint-SimonDe origen aristocrático, pensaba que el progreso humano se obtiene mediante el desarrollo económico. La industria habría de recibir un nuevo impulso para evitar enfrentamientos entre los hombres.Según Saint-Simon la sociedad debería ser regida por una élite de intelectuales, científicos y sabios, era partidario de una "tecnocracia" que garantizase el desarrollo de las clases más humildes. Para ello sería necesaria una trasferencia de poder desde los sectores "ociosos" de la sociedad (Ejército, Iglesia y Nobleza) a los "productores" (industriales y campesinos).
    • Charles Fourier Le preocupaba la explotación, la miseria y la monotonía laboral que aquejaba a la clase obrera. Trató de paliarlas a través de la creación de colectividades voluntarias denominadas "falansterios". Estas comunidades se constituyeron en centro de actividades agrícolas, industriales y contaron con administración, distribución y consumo propios. Sus discípulos fundaron falansterios en México, Estados Unidos y otros países. Fue defensor de la igualdad entre hombres y mujeres.
                                                            Font:   http://www.claseshistoria.com/movimientossociales/socialismoutopicopensadores.htm

                                                          

 

 

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